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JENNY PATRIZIA
Considerada la gurú hispana en vida saludable, Jenny Patrizia ha logrado romper el molde en todo lo conocido en cuanto a dietas y cuidado personal, convirtiendo la cocina en el arma secreta del buen vivir y una vida sexual fuera de liga. La nutricionista, sicóloga y entrenadora personal venezolana nació y creció entre mujeres bellas, el placer de la buena mesa y los deportes de alto rendimiento. Su madre, Jeannette Kopp y su tía Peggy Kopp, ambas ex Miss Venezuela, delinearon en ella el modelo de mujer que sabe combinar una vida profesional, familiar y el cuidado personal que hoy comparte a través de sus libros, blogs y exitosos programas radiales y segmentos de televisión. Su padre en tanto, un italiano de pura cepa, se encargó de enseñarle que el placer básico de la vida se encuentra en la comida. “En mi casa el spaguetti y la comida venezolana era una combinación diaria. Pero teniendo a dos ex reinas de belleza tan cerca, mantenerse en forma era también parte de la rutina”, comenta Jenny Patrizia.
La actividad física siempre fue parte vital de la vida de esta experta en cuidado personal. Jenny Patrizia practicó ballet durante doce años, especializándose en el baile de puntas. A pesar de su extraordinario talento y férrea dispciplina, por su elevada estatura buscó otras alternativas. De esa manera llegó hasta la natación y encontró mucho más que un deporte divertido. Entrenada por el ex campeón olímpico venezolano Teodoro Capriles, Jenny Patrizia alcanzó desde pequeña el nivel competitivo.
A los 12 años de edad, su familia se mudó a Miami y dos años más tarde a Los Angeles, donde comenzó a modelar. Lejos de abandonar su pasión por los deportes, Jenny Patrizia continuó desarrollando esa veta. Con sólo 13 años, sus días comenzaban a las 4 de la mañana con dos horas de natación y luego dos horas de pesas. Fue capitana de su equipo de natación en High School y campeona en múltiples torneos estatales en estilo libre. “Muchas veces, cuando entrenaba, en la pista de al lado estaba Janet Evans (campeona olímpica) y me parecía increíble nadar junto a ella”, asegura.
Por desafiar a sus amigas en un juego, Jenny Patrizia concursó en Miss California. Sin embargo, para sorpresa suya, su escultural figura, sus delicados rasgos, pero sobretodo, su espontaneidad terminaron entregándole la corona. “¡Mis planes estaban lejos de esto! Pero todo lo que aprendí dentro del concurso, conociendo de cerca la obsesión de las chicas por ganar, la falta de autoestima, todo lo que hacen muchas mujeres por lucir bellas, comenzó a despertar mi interés por mi carrera”.
En sus años en el modelaje, Jenny Patrizia vivió la experiencia que marcó su vida para siempre. “Durante esa etapa, una de mis mejores amigas se enfermó de anorexia. Vivía para perder peso y simplemente no quería comer. Ella murió y eso me afectó muchísimo”. Desde ese momento, Jenny Patrizia decidió dedicarse a estudiar la manera de hacer que mantenerse en forma y comer fueran tan placenteros como el buen sexo.
Jenny Patrizia ha fusionado sus carreras de Psicología, con especialidad en Sexualidad Humana, Nutrición y Entrenamiento Personal para cambiar el concepto de dietas aburridas por una forma de vida atractiva. “Sé lo que sufrimos las mujeres para mantenernos en forma porque lo he experimentado. Después de dos embarazos de alto riesgo en los cuales aumenté 96 y 84 libras, me consta lo horrible que nos sentimos cuando vemos esos cuerpos deformes y pensamos que nunca más volveremos a nuestro peso ideal”, comenta.
Fanática de la comida afrodisíaca, su primer acercamiento con la nutrición fue con alimentos que no sólo aumenten el líbido, sino que al mismo tiempo, colaboren con el proceso de quemar calorías y mejorar nuestra energía. “Un buen chocolate, fresas o canela pueden hacer más por ustedes de lo que se imaginan. Hacer dieta no tiene por qué ser un sacrificio. Cuando alguien está a dieta, no sólo sacrifica la comida, sino también el ambiente social, familiar en el que se desenvuelve. Y la comida no es sólo alimento, sino un placer, una forma de expresión”, asegura.
Su teoría hoy es todo un éxito y gracias a su experiencia se ha convertido en la gurú de la nutrición y entrenamiento personal que buscan desde reinas de belleza a deportistas de alto rendimiento. En un año ha publicado cuatro libros: 69 Quickie Meals (inglés) COMA SEXY, PIERDA PESO (versión en español). GRAN SABOR POR POCO DINERO y recientemente GOL EN LA COCINA, con el cual Jenny Patrizia rompió el molde de los recetarios tradicionales, convirtiéndolos en un divertido juego, especialmente para los hombres. Próximamente publicará en inglés y español YOUR BEAUTY FOOD, su primer libro dedicado a la belleza.
La sexy nutricionista se ha convertido en la figura hispana más refrescante en la televisión hispana. Sus recetas y su estilo cargado de picardía y sensualidad se están robando la pantalla cada semana en su segmento de Despierta América de Univisión, en presentaciones en Lánzate de Telefutura LA y Primera Edición de Univisión LA, Acceso Total de Telemundo 51 y en la cadena americana NBC. Jenny Patrizia ha sido mencionada como gurú de la buena alimentación en prensa de Chile y Estados Unidos como People En Español y La Opinión. Además, comparte su experiencia como experta en cuidado personal en su blog semanal de AOL Latino.
Los eróticos consejos sobre nutrición de Jenny Patrizia se transmiten a través de cuatro programas radiales, los cuales la han convertido en toda una celebridad. Sexy Food, Sexy Body, Playing With My Food, Double Dip y Second Helpings han alcanzado el puesto número 13 entre los shows de radio por Internet más escuchados a nivel mundial, medido en Estados Unidos y otros 105 países, incluido Islandia.
Jenny Patrizia es una generadora permanente de nuevas e ingeniosas formas de acercar a la comunidad a la cocina. “Yo quiero quitar el estigma de que la cocina es para los chefs y animar a hombres y mujeres a entrar a ésta, a probar, a usar la imaginación y convertirse en sus propios chefs. Quiero que entren a la cocina y la vean con placer”, comenta.
Jenny Patrizia ha logrado encontrar la fórmula para evitar sacrificar salud por belleza y convertir la comida en un arma letal para despertar las fieras sexuales que llevamos dentro.